Dinamismo para la cultura

Casi seis meses después de su anuncio por el Gobierno, la llegada efectiva del bono cultural es indisociable de las devastadoras consecuencias de dos largos años de pandemia para la industria cultural. El propio planteamiento de la subvención apunta a favorecer iniciativas formativas y lúdicas ... que exigen la presencia de artistas o sus creaciones, y de los espectadores, en museos, conciertos, salas de cine o festivales. Este capítulo se lleva 200 de los 400 euros que beneficiarán durante doce meses a cada uno de los jóvenes que cumplen dieciocho años, más de 450.000 en todo el país. Los productos físicos, como libros o discos, y el consumo digital y 'on line' –que incluye sectores en alza como los podcast y audiolibros y la suscripción a medios de comunicación y plataformas de entretenimiento– se verán favorecidos con 100 euros cada uno. La medida está pensada para dinamizar el trabajo de los profesionales de la cultura y, siquiera mínimamente, el esfuerzo de las familias por invertir en la formación de sus hijos e hijas. El hecho de que el bono sea compatible con otras ayudas relativiza en cierta medida la frustración de algunos sectores que se sienten relegados.