Donde dije digo

Pero ni los populares entonces, ni los socialistas, recogieron y recogen velas. Sin pudor. Ni siquiera en estos momentos en los que la comunidad atraviesa por su mayor crisis económica y social tras la devastación del COVID.

Se puede concluir que esta es una visión demagógica y simplista de la actualidad, pero es la opinión que tienen muchísimos ciudadanos (los que con muchas carencias se enfrentaron en primera línea de fuego a la pandemia, los afectados por los ERTE y los nuevos parados) ante el tropel de altos cargos con los que se adorna la administración regional. Que, por supuesto, tiene también su realidad paralela en el Gobierno central, al que no le faltan asesores de los que no se conocen sus funciones, ministros que no dan una y carteras huérfanas de contenido.

¿Dónde quedan tantas palabras esponjadas, tantos discursos henchidos, tantos eslóganes congestionados? Como si los ciudadanos no tuviéramos memoria. Nos han martilleado tanto con sus reivindicaciones de regeneración, que su cambio de criterio no pasa inadvertido.