Difuntos, pero sin mascarilla

María Eugenia es enfermera en la UMI del San Pedro. La UCI de toda la vida. El día uno sin pacientes COVID lamenta en voz alta la inconsciencia de tanto personal al que mascarillas y distancias de seguridad le parecen conceptos de un pretérito anterior. ... He conocido pocas profesionales con tanta presencia de ánimo y capacidad empática como las de la UMI del San Pedro. Gente bien arrostrada ante paisajes humanos deprimentes las más de las veces. Pocos con tanta autoridad moral para alzar la voz. María Eugenia denuncia la inconsciencia desde el profundo conocimiento de una pesadilla mortal. La que no han vivido, por lo visto, los que pasaban del cambuj mientras paseaban al vermú en Logroño, en Haro, en Ezcaray o en Canales el fin de semana que pasó. Que sí, que la mayoría se coloca tapabocas y metro y medio mediante. Pero unos pocos se bastan para joder la marrana y ponernos en confit otra vez. O difuntos, que es peor. Pero sin mascarilla, sí. Por el calor.