La deuda pública no se condona, se paga
FINANZAS... DE ANDAR POR CASA ·
Secciones
Servicios
Destacamos
FINANZAS... DE ANDAR POR CASA ·
Lo malo de lo que nos está ocurriendo no es que esté creciendo la deuda sino que lo está haciendo por encima de lo que lo hace la riqueza. El crecimiento de la deuda se está multiplicando por cuatro veces y media mientras que el ... Producto Interior Bruto lo hace por dos. Están los partidarios de que para salir de la crisis hay que gastar más e incurrir en un mayor déficit público y enfrente nos encontramos los que creemos que lo que hay que hacer es gastar menos, mejor y ser más eficientes. Hay que seleccionar bien el destino de los fondos públicos (que no dejan de ser nuestro dinero, el suyo y el mío) e ir disminuyendo gradualmente el déficit y la deuda. Para ello hay que poner en práctica el lema de Winston Churchill: sangre, sudor, lágrimas y trabajo.
El Banco Central Europeo (BCE) tomó la decisión de adquirir deuda pública de los países de la zona euro para «mejorar» su economía. De hecho la deuda pública de la zona euro en manos del BCE supone el 30% del PIB de sus países. La intervención del BCE está permitiendo que la deuda pública de estos países sea sostenible evitando una posible quiebra (default). El déficit público que tenemos no es sostenible a medio plazo. La deuda pública española ha marcado un triste máximo histórico llegando al 120% del PIB. El 17,50% de la deuda está en manos de bancos nacionales, el 50,50% la poseen los inversores extranjeros y el 32% pertenece al BCE. El año pasado el BCE adquirió 120.000 millones de euros de deuda española. Con todo este endeudamiento hay voces que abogan porque el BCE condone parcialmente nuestras deudas. Esto no deja de ser un doble disparate: jurídico y económico. Jurídicamente es imposible porque los propios estatutos del BCE lo prohiben, por tanto es ilegal. Y económicamente es un despropósito por los siguientes motivos: 1) El BCE demostraría falta de solvencia económica y perdería credibilidad crediticia. Las consecuencias serían: dificultad para financiarse en los mercados, encarecimiento de las nuevas financiaciones (subidas de tipos) y subida de la prima de riesgo. El resto de la deuda que mantuviera el BCE carecería de valor porque los mercados la considerarían insolvente. Sería el hundimiento del euro y del BCE. 2) Como ya no hay patrón oro, el verdadero valor del dinero es la credibilidad de las instituciones que lo sustentan, es decir, la confianza. Y ésta caería por los suelos lo mismo que el valor del dinero. 3) Cuando el BCE compra nuestra deuda lo hace dándole a la máquina de hacer billetes. Monetiza la deuda inyectando esos billetes en el sistema que luego los eliminará a medida que la deuda se vaya amortizando. Si condonamos la deuda se queda en el sistema esa masa monetaria de más y el resto de billetes que tenemos valen menos. Es lo que se llama inflación. Dicho de otra manera: la deuda que compra el BCE es un activo (un bien) de su balance y lo compensa en el pasivo emitiendo billetes. Si el BCE perdona la deuda, pierde su activo y se le genera una pérdida de patrimonio que se traslada a los acreedores del sistema monetario (eurosistema), es decir, a todos los poseedores de euros. Los euros valdrían menos gracias a la inflación generada por condonar la deuda.
Solo se podría dar esa condonación, como en el caso de Grecia, a cambio de una reestructuración drástica de la economía española acompañada de recortes (sueldos de funcionarios, pensiones, gastos sociales, etc.) y sacrificios de la población con quitas en sus recursos privados (cuentas de ahorro, plazos fijos, etc.). Una condonación de la deuda nunca es gratis y es la demostración de nuestra incapacidad.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.