Destitución imposible

La mayoría demócrata de la Cámara de Representantes fijó ayer los cargos por los que someterá al presidente Donald Trump al procedimiento de 'impeachment': abusó de su poder al frente del país para beneficio electoral propio y obstrucción a las investigaciones del Congreso sobre el ' ... Ucraniagate'. La causa, las presiones a las que habría sometido a su homólogo Volodimir Zelenski, urgiéndole a que las instituciones de aquel país investigaran las actividades del hijo de su contrincante a las Presidenciales de 2020, Joe Biden. Trump no se demoró en su réplica, calificando de «caza de brujas» el proceso abierto. Mientras portavoces del Partido Republicano desmentían que los requerimientos del presidente estadounidense a Zelenski constituyeran un chantaje por el que Trump habría regateado la ayuda militar a Ucrania y la recepción al mandatario ucraniano. A once meses de las próximas elecciones a la Casa Blanca, la iniciativa de destitución de su actual inquilino no solo da lugar a un proceso paralelo a la propia campaña, sino que las razones jurídicas que sustentan la acusación corren el riesgo de verse devaluadas a cuenta de la confrontación partidaria. Los demócratas han optado por limitar a dos cargos las acusaciones contra Trump, centrando en el abuso de poder y en la obstrucción las posibles imputaciones de irregularidad a la actuación del presidente en el caso. Pero aun existiendo testimonios y grabaciones que revelan la insistencia de Trump ante Zelenski, resulta más difícil demostrar que persiguiera más que la clarificación de las andanzas de Hunter Biden, que hubiese utilizado los intereses comunes de Estados Unidos y Ucrania para desacreditar al candidato demócrata a la Presidencia y beneficiarse así como aspirante a la reelección, y que lo hubiera hecho personalmente. Por otra parte, la acusación de obstrucción al Congreso adquiere connotaciones netamente políticas cuando enjuicia la relación en este punto entre las dos instituciones principales de EE. UU. Sobre todo cuando el procedimiento seguido por el Comité Judicial será, a todas luces, resuelto en una votación que ganarán los demócratas a los republicanos en la Cámara Baja. Para que tras ello la mayoría republicana en el Senado desestime el 'impeachment'. Solo la improbable aparición de nuevas revelaciones acusatorias, frente a la actitud intimidatoria de Trump, podría echar por tierra tal pronóstico. Por lo que es razonable concluir que los demócratas no persiguen más que el desgaste del candidato republicano de cara a las presidenciales del 3 de noviembre de 2020.