El nuevo presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y la dirección surgida de su XX Congreso en Sevilla no acaban de hacerse con las riendas de un partido abocado a sus peculiares inercias. Que Feijóo resolviera mantener su sede nacional de la calle Génova puede ... explicarse incluso por razones inmobiliarias. Pero resulta incomprensible que un letrado con tanta experiencia como Jesús Santos mantuviera el recurso del partido ante el Tribunal Supremo contra la sentencia de la Audiencia Nacional por el pago en negro de obras realizadas en esa sede, inmediatamente antes y después de la elección de Núñez Feijóo. No es un descuido administrativo. Revela un punto de desidia y de inconsciencia respecto a la causa que sigue lastrando la credibilidad del Partido Popular, y que parece soslayar a cuenta de las buenas nuevas demoscópicas que recibe. Una corrupción de años de los que el PP debería, cuando menos, dar muestras de intentar desprenderse. Incluso renunciando a la presentación de recursos, especialmente cuando se basan en la prescripción de delitos que deberían abochornar a los responsables actuales del Partido Popular.
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