Ya nadie es desconocedor de que Ana García Obregón ha ido a Miami para recoger a una recién nacida tenida por gestación subrogada. Los motivos, explicados previo pago, no van a ser objeto de este espacio. En temas tan delicados considero que es mejor no ... alimentar el candelero y tratar de empatizar con el dolor de una madre enterrada en vida. Pero sí voy a entrar a valorar otros aspectos porque, cuando de menores se trata, hay debates que la legalidad obliga a tenerlos y, sobre todo, la ética.
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Ser madre no es un derecho y ser padre, tampoco. No hay eufemismo que justifique enunciar lo contrario. Lo que existen son deseos y éstos son legítimos que intenten ser satisfechos, pero ¿a cualquier precio? Lo podemos disfrazar de muchas cosas, todas calmarán nuestras conciencias, pero la gestación subrogada no es otra cosa que la compra-venta de recién nacidos. Suena duro leerlo en voz alta, pero es lo que es.
Hay personas que alegan la voluntariedad de las mujeres que acceden a gestar para otras personas. Tal afirmación me plantea algunas cuestiones. Primera, si la madre biológica vive en situación de vulnerabilidad, ¿dónde está la libre elección de su decisión si es la vulnerabilidad la que la está condicionando? Segunda, en el supuesto de que la mujer lo hiciera altruistamente, ¿quién tomaría las decisiones durante el embarazo relativas al descanso, la alimentación, etcétera, de la madre biológica? ¿Seguiría siendo libre para hacer lo que quisiera o estaría supeditada a los deseos de otras personas? Tercera, si algo sucediera durante el embarazo ¿se le podría exigir alguna responsabilidad a la madre biológica? Cuarta, en el momento del nacimiento, ¿qué intereses prevalecen? Están demostrados los beneficios para la criatura y para la madre biológica del piel con piel, de la lactancia materna, que el olor y la voz de la madre biológica aportan seguridad al bebé, ya que la reconoce por haber estado en su interior nueve meses... Si, en estos casos, nada más nacer se le da a la familia con la que van a vivir ¿qué intereses están prevaleciendo? Quinta, ¿qué diríamos si estas prácticas se hicieran con criaturas ya nacidas de meses o con años ya cumplidos? Podría seguir con una sexta, séptima... pero ¿no son suficientes?
Otro debate que ha abierto este espectáculo es sobre el límite para ser madre o padre. Cabe indicar que, respecto a esto, el machismo ha campado por sus anchas porque, lejos de ser una práctica censurada a los varones, sólo ha sido criticada al ser una mujer la que ha decidido ser madre, adoptiva en este caso y si la ley finalmente se lo permite, pasados los 50. Dicho todo esto, como hija que en su juventud quedó huérfana, por favor, no tengan hijos si no van a poder estar por ley de vida. No hay dinero ni tutores legales que sustituyan el vacío que deja la partida de una madre. Y, ante todo, recuerden, los deseos no son derechos y el interés del menor debe prevalecer.
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