Desajuste

Solo diré que me recordó mucho a la situación que estamos viviendo desde hace meses. Mientras el imparable aumento de positivos por coronavirus apunta a un nuevo dramón, los protagonistas de esta película (o sea, nosotros) lo estamos viviendo en modo de despreocupada comedia, con playas y piscinas a tope, celebraciones familiares a tutiplén y quedadas y botellones a cascoporro...

Decía el hoy añorado Marsé que él se hizo escritor por un desajuste con la realidad. Pues bien, ahora mismo aquí existe un desajuste notable entre la realidad objetiva (expresada por los datos clínicos) y la manera en que la población la interpreta: «Venimos hoy por si nos lo cierran», decían el domingo unos bañistas, ya entrados en años, mientras extendían la toalla en un arenal barcelonés. Nótese que el miedo no era a contraer la covid sino a quedarse sin playa.

Cuando la gente le teme más a perder un día de vacaciones que a perder la salud es que algo no cuadra. Creo que a muchos hoy el coronavirus les asusta menos que un cabezudo armado con un globo. Nos dijeron que el famoso 'bicho' se comportaría distinto con el calor, pero los que de verdad hemos cambiado somos nosotros, lanzándonos al 'carpe diem', como en esa película francesa. Me pregunto si lo mejor está por llegar o si será justo lo contrario.