Es un decir

Pero lo que ocurre, qué quieren que les diga, es que no sé yo si rotular carteles por la zona de Embajadores en árabe, bengalí y wolof resultará el medio ideal para conseguir la victoria en tan importante lucha.

Porque, sinceramente, doña Mónica, salvo que sea por tener algo más en lo que gastar el dinero que no tenemos, ¿tan necesario ven ustedes que por la zona de Embajadores se rotulen los carteles en wolof, que como usted muy bien sabe es la segunda lengua de las habladas en Senegal? ¿Seguro que no encuentran nada mejor en qué gastarse la pasta gansa?

Porque mire, si de verdad está buscando la forma de malgastar la talega desorientando al personal, me va usted a permitir que le aconseje contactar con el socialista José Félix Tezanos, presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas y maestro en estas lides del despilfarro.

Y para que no se me desanime de entrada, déjeme que en un par de pasos le explique el método. Verá, el sistema es muy fácil. Imagine que vamos a celebrar unas elecciones y se le pide al CIS que haciendo un sondeo augure el resultado.

Una vez terminada la votación y ya con el resultado definitivo en la mano, uno se da cuenta de que lo obtenido en las urnas se parece a lo vaticinado por Tezanos como un huevo a una patata, por lo que desde el alto mando se le reconviene a que la próxima vez afine la puntería un poco más, porque con los datos que está facilitando no hay un dios que trabaje.

Por lo que a continuación, y viendo que el desbarajuste a más de monumental es reiterativo y risible, el señor Tezanos y con objeto de evitar un nuevo descalabro, solicita que se le aumente el presupuesto de gastos en algo más de un 21 por ciento (que viene a ser unos once millones de euros, que en teoría debieran de garantizar algo más de exactitud en los nuevos trabajos a realizar). Y así, y esto ya no es un ejemplo, con los 11 millones más de gastos llegamos a las votaciones de la víspera de San Valentín y don José Félix Tezanos vuelve a meterse la bofetada padre, dando al PSOE como ganador de los comicios, inflando los resultados de Ciudadanos y Podemos e infravalorando los que iba a obtener Vox.

En resumen, que, como nunca pasa nada, tampoco hay que preocuparse por todo esto porque como decía el cantor: un tropezón cualquiera da la vida y, de todas formas, quién sabe si para la próxima vez aumentásemos un poco más el presupuesto del CIS, no mucho...: otro 20 o 25 por ciento nada más. Y si al final sobra algo, pues siempre se podrían presentar los datos de las encuestas en bengalí o en wolof, Es un decir. Hasta el domingo que viene, si Dios quiere, y ya saben, no tengan miedo.