La coincidencia del Foro de Davos con el regreso de Donald Trump al Despacho Oval relegó a un segundo plano el encuentro anual de dirigentes políticos, empresariales y de instituciones multilaterales que concluyó ayer. Con todo, el presidente de EE UU, que no desaprovecha un ... solo altavoz para acaparar la atención mundial, decidió aparecer por vía telemática para desplegar una agenda que ejerció un inmediato efecto estimulante en los mercados; un ánimo que convive con la preocupación de los inversores por algunas iniciativas anunciadas por Trump. El llamamiento del mandatario a una bajada sostenida de los tipos de interés, que estará sobre la mesa de las próximas reuniones de la Reserva Federal y el Banco Central Europeo, se acompañó de lo que parece una aproximación menos contundente a China tras la conversación con Xi Jinping. Pero el mundo financiero mantiene la cautela por la amenaza arancelaria a México y Canadá. Y por la arenga a reducir el precio del petróleo, que también inquietaría a los productores estadounidenses. La recomendación de Davos de combatir la desinformación no puede interesar menos a Trump y sus aliados tecnológicos.
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