CUIDADO CON LOS ALFILERES
Mi Punto de Vista ·
Para bien o para mal, abundan desde siempre las supersticiones sobre estos objetos (alfileres)ANTONIO DE LORENZO
Jueves, 9 de mayo 2019, 09:57
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Para bien o para mal, abundan desde siempre las supersticiones sobre estos objetos (alfileres)ANTONIO DE LORENZO
Jueves, 9 de mayo 2019, 09:57
Desde siempre se ha considerado que no es aconsejable regalar ni recibir algo que contenga alfileres, sin embargo, si se recogen del suelo pueden traer ... buena suerte, según dicen los supersticiosos. A la persona amiga a quien se pide o se da un alfiler o aguja, antes hay que pincharle levemente: así no se perderá la amistad.
En todo caso, las preocupaciones vulgares o creencias vanas en torno a este objeto son muy frecuentes. Para curar las verrugas se aconsejaba enterrar un alfiler, y cuando éste se oxidaba, quien sufría de ellas, quedaba limpio. También decían que, al regreso de un funeral, conviene clavar un alfiler en la puerta de la casa del difunto para proteger al vivo. Y quienes tenían a su cuidado la mortaja y lavado del muerto debían tener la prevención de no dejar entre sus prendas alfiler alguno.
Siguiendo con las viejas costumbres, les diremos que, si la modista pincha a la novia, parece que causa un efecto de demora en cualquier proyecto matrimonial. Si eso mismo le sucede al sastre con un hombre, entonces al cliente le irá muy bien en los negocios ese mes. Esto último destila cierto tufillo machista.
Las supersticiones no solo son frecuentes entre los sureños. Entre los irlandeses es de buena suerte encontrar un alfiler torcido, a menos que sea de color dorado, porque entonces quien lo haga no se casará. En todo caso, un alfiler torcido cosido a la chaqueta o en cualquier prenda, augura buena suerte en el juego y amores.
En bastantes lugares de cultura anglosajona y también entre muchos latinos, no es de buena suerte guardar los alfileres que hayan sujetado el velo de la novia, o su vestido, aconsejando en todo caso arrojarlos al fuego: usarlos de nuevo no es muy aconsejable. Pero la persona que quite de la cabeza el primer alfiler del velo se casará, decían, con un buen partido. Así lo refleja esta coplilla: Ciento cincuenta novios/salieron de Barcelona/cargaditos de alfileres/para prender a una novia.
También nos han contado que, para olvidar desengaños amorosos, aconsejan poner alfileres nuevos en las suelas de los zapatos, porque, al pisarlos, todo se olvidará. Y si se ve en el suelo un alfiler con la punta hacia arriba, la persona que lo encuentra no debe recogerlo; pero si es la cabeza la que mira hacia uno, trae buena suerte retirarlo.
Esta palabra es una voz árabe, de hilal (astilla aguda) con el artículo al-. Aparece documentado en castellano en el siglo XIV. El autor del Libro del Buen Amor, Juan Ruiz, pone esto en boca del Arcipreste: La buhona con harnero va tañiendo cascaveles,/meneando de sus joyas sortijas con alheleles.
Recordamos que, a principios del siglo XVII, con el alfiler se apañaba ya el tocado de la mujer, de la misma forma que todavía se hace hoy.
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