Cuestión de prioridades

Para muestra hay muchos ejemplos, pero llama la atención que el fútbol haya proseguido plácidamente su camino. Con restricciones sí, pero casi sin despeinarse nos desayunamos con campeón de Liga, de Champions, con ascendidos y descendidos. Y en breve, una nueva temporada.

O la hostelería que también intenta mantener el negocio haya o no contagios. No hay quien le ponga el cascabel al gato pero, recuerden, no hay clase desde marzo pero los bares están abiertos desde mayo.

Y como éramos pocos... se suma a este orden inverso de las prioridades la presidenta del Gobierno riojano. Y no precisamente para apuntalar los resquebrajados cimientos del agotado sistema sanitario sino para provocar una crisis de gabinete que enturbia en plena pandemia la gestión de los servicios sociales o la sanidad, entre otros afectados.

No me hagan caso, pero yo creía que en la segunda oleada del COVID-19 lo primordial era garantizar la seguridad de la vuelta al 'cole' y al trabajo, así por tener algo (más que suficiente a mi entender) con lo que empezar. Pero visto que su jefe se mantiene en la inacción, ajeno a casi todo tras su retiro de Lanzarote, poco más se puede esperar de quien ocupa el Palacete. Y así nos va.