La cuerda no se romperá

Si la coctelera de la comunidad sigue agitándose, en la Moncloa se asumen con infinita paciencia las permanentes jugarretas de Pablo Iglesias. La última, la batalla librada por el vicepresidente segundo contra la vicepresidenta tercera, en torno al fondo de ayudas de 11.000 millones de euros, que este viernes aprobó el Consejo de Ministros, es un buen ejemplo. Pero Nadia Calviño es una resistente acreditada, como demostró durante sus años en Bruselas. Su desempeño como ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital satisface a Pedro Sánchez y el buen entendimiento que mantiene con la portavoz y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, está resultando muy eficaz.

En todo caso, los ministros socialistas están hasta el moño de las puyas lanzadas por el líder de Unidas Podemos o por su grupo parlamentario contra iniciativas que no marcan el perfil exacto que defiende Iglesias. Pero, la cuerda no se romperá. Sánchez es partidario de facilitar la coexistencia entre ambas formaciones para que el clima no resulte insoportable.

Las tensiones sociales podrían estallar en cualquier momento. Con cuatro millones de parados, 48.000 empresas con un solo trabajador que ya han caído y un 10% de las compañías que siguen abiertas condenadas a la quiebra, la continuidad del Gobierno de coalición permitiría atemperar la respuesta, mientras van llegando las ayudas europeas. Además, en la izquierda no hay más alternativa que Podemos. La imagen del presidente y de la ministra de Igualdad, Irene Montero, celebrando juntos el Día de la Mujer entre sonrisas cariñosas y gestos amables fue significativa, a pesar de que los proyectos legislativos que presenta el Ministerio de Igualdad dejan mucho que desear y complican la gestión de Gobierno.