Casualmente, justo al día siguiente de su estrepitoso fracaso electoral en Madrid, Estrategias Moncloa desveló su 'Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia', con el que pretende engañar a Bruselas para que suelte la pasta, el cual incluye nuevos impuestos como cobrarnos por circular en vías ... rápidas, aunque el pillaje, perdón, peaje, podría extenderse a toda la red de carreteras, LR-464 a Hornillos de Cameros incluida. La justificación de otra metedura de zarpa en el esquilmado bolsillo de los españoles la ha explicado en el Senado el director general de Tráfico, Pere Navarro, con un argumento de barra de tasca: «No podemos cargar a los Presupuestos del Estado la conservación de autopistas y autovías, ni hacer que la pobre abuelita que cobra una pensión y que no tiene ni coche esté pagando el mantenimiento de las carreteras de alta velocidad». Con excepciones: «El tío (sic) que tiene que coger la autovía cada día para ir y volver del trabajo, o por estudios, o a llevar a la abuelita al médico, queda exento del pago, si no lo crujiríamos (sic)». Salvo las pocas autopistas de peaje que iban quedando en España, las infraestructuras de comunicación por carretera son públicas y su financiación, igual que otras prestaciones universales gratuitas como Sanidad, Educación o Justicia, corre a cargo de las administraciones, estatales o regionales. Siguiendo el demagógico razonamiento de Navarro, que es la voz de su amo, el mantenimiento de estos servicios públicos deberían pagarlo solo sus usuarios.

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Es decir, que un tío (de las tías no dijo nada) sin hijos, y por tanto sin nietos, no tendría que costear la universidad o el colegio de los de la abuelita. Si además contrata un seguro médico privado y nunca pisa una farmacia, tampoco debería contribuir al pago de las consultas, las boticas, las exploraciones, la hospitalización o la prótesis de cadera de la pobre abuelita cuando el cuello del fémur le crujiera. Y si, encima, como la pobre abuelita, el tío jamás viaja en tren ni en barco ni vuela, tan siquiera en Plus Ultra, tampoco tendría que contribuir con sus impuestos al mantenimiento y conservación de Renfe, Transmediterránea y Aena, ¿no?

Claro que todo esto le importa un pimiento al señor Navarro y a sus jefes, porque siempre viajan gratis, en coche oficial si es por carretera, y no miran si hay que pagar peajes o repostar con diésel. De eso ya se encargarán los tíos pringaos que van a sufrir la Recuperación del pago por viajar con su vehículo, la Transformación del combustible más barato en el más caro y la Resiliencia de una factoría monclovita de estrategias en horas bajas, aunque muchos de ellos también sean pobres abuelitos que cobran su pensión.

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