¿Cuántos son 254 votos?

El lunes Alfonso Domínguez corría solo. La votación para los compromisarios que el PP riojano mandaba a Sevilla tenía un intríngulis único: que servía como 'casiprimaria' de la carrera en marcha entre Domínguez y Alberto Bretón, con sus respectivas huestes.

Pero ya el viernes contábamos en esta casa que Bretón había renunciado a postular a sus candidatos. Por no ahondar en la división, decía él, aunque cuando uno renuncia a participar en un concurso corre el riesgo de parecer miedoso.

Así que Domínguez, lo dicho corría solo. Ganó, claro. Pero ¿hizo una buena marca? Es decir, ¿sacó tantos votos como para meter el susto en el cuerpo de su rival?

Hagamos unos números. Hay que referirse solo a Logroño, porque en el resto de las comarcas o no había competencia o apenas la había, por el escaso número de compromisarios; muy difícil sacar conclusiones de ahí, pues.

En la capital se dilucidaban 8 puestos para viajar a Sevilla. Se presentaban 16 personas. Salieron, como era de esperar, los ocho que «patrocinaban» los más cercanos a Domínguez: Ángel Sáinz Yangüela, Pablo Santaolaya, Pedro Sanz, Celia Sanz, Rodrigo Teijeiro, Neftalí Isasi, Patricia Lapeña y el propio Alfonso Domínguez. Éste último obtuvo 254 votos. El resto, entre 220 y 258. El más votado fue Sáinz Yangüela, probablemente beneficiado por ser el primero de una lista que, por sorteo nacional, empezaba por la letra ese. El expresidente Sanz, por cierto, sacó un votito más que el propio Domínguez.

Así que, dicho esto, la pregunta del millón: ¿son muchos 254 votos? En Logroño hay alrededor del millar de militantes del PP, aunque esas cifras siempre son un misterio: cuando un militante se borra de lo suyo los hay que efectivamente hacen el gesto de ir al partido y decir «ahí os las den todas» y otros que simplemente dejan la cosa correr y pasan de pagar recibos, hasta que alguien les quite de la lista.

Pero digamos que un millar. 254 con respecto a un millar no parecen muchos. Pero es que no podían votar ese millar, sino solo 397: los que se habían inscrito. En estas elecciones había que hacer un acto administrativo previo, eso de apuntarse. La semana pasada la directiva regional sacaba pecho de que se había apuntado algo menos del 50%, más, comparativamente, que en otras federaciones del PP más grandes.

O sea. Se apuntaron para votar 400 militantes. Luego, efectivamente fueron a votar menos, 302. Y sí, entre los que fueron a votar, la victoria de los 'domínguez' fue por tanto arrolladora. El candidato de fuera de los «elegidos» con más sufragios se quedó en 21.

Así que cada cual se queda con el dato que quiera: el velocista que corrió se llevó el voto de alrededor del 25% de los militantes, o del 84% de los votantes. Ambas cosas son sin duda ciertas, y solo en el congreso 'post-Feijóo' veremos cuál se ajusta más a la verdad. Si es que el gallego no consigue lo que parece imposible: que haya paz (y una sola lista).