Cuando compramos barricas debemos hacer un sumado control de calidad al recibirlas.

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Peso: se debe pesar cada barrica. La barrica vacía pesa entre 35 y 50 kilos. Una variación baja es inicio de buen trabajo tonelero.

Espesor: se mide con calibre en el orificio del ... tapón y en la 'cabeza' de la duela. Suele ser de 19 a 29 mm. El de 29 mm es para transporte.

Corte: por observación en la cabeza de la duela. Todos los radios medulares oblicuos ocurren en corte aserrado. Varios radios medulares longitudinales ocurren en hendido.

Grano: se observa también en la cabeza de la duela. Se mide, entre dos radios medulares el número de arcos vasculares comprendidos en 1 cm. de longitud. Si son más de 5 arcos, es grano fino. Y si son menos de 5, se trata de grano grueso.

Curado: el roble puede haberse curado o secado a intemperie o en estufa (supone 2 años o 1 semana respectivamente). Se observa la superficie de la duela, a la vista. Si muestra color amarillo-pajizo, se trata de curado al aire. En cambio, si el color es 'siena' se trata de roble secado en estufa.

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Tostado: el interior de la barrica es calentado para poder curar. Ello supone un tostado interior que afecta después al vino. No hemos logrado un método para evaluarlo y debe ser el enólogo el que, empíricamente, relacione el grado de tostado pedido y el resultado de la cata del vino de crianza.

Las variantes de estos parámetros no indican mejores o peores barricas para el vino sino que la consideración la debe hacer el enólogo por tiempo y cata.

Por ejemplo, podría considerarse más natural y mejor el curado a la intemperie pero a veces el curado en estufa en una sola semana puede dar más satisfacción al gusto de algunos vinos.

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Generalmente el corte hendido se da en roble francés para reforzarle con más integración de radios medulares. En cambio, el americano es más duro y permite el aserrado.

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