Contengo multitudes
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Mantener un discurso en el tiempo sin abrirlo a cambios o reflexión alguna puede llevarte a vestir igual todos los días, a defender lo indefendible o a hacer el ridículoSecciones
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Mantener un discurso en el tiempo sin abrirlo a cambios o reflexión alguna puede llevarte a vestir igual todos los días, a defender lo indefendible o a hacer el ridículoConozco a un tipo que va siempre vestido de negro. Hace poco, mi compañera tuvo que dejarle un paquete en conserjería para que lo recogiera, así que le dijo a la bedel: «Vendrá un chico a llevárselo. Lo reconocerás porque va de negro de pies ... a cabeza». El tipo apareció con una sudadera blanca, y la bedel estuvo a punto de no entregarle el paquete.
Mantener un discurso en el tiempo sin abrirlo a cambios o reflexión alguna puede llevarte a vestir igual todos los días, a defender lo indefendible o a hacer el ridículo: se supone que, por ser consecuentes con sus ideas, hemos tenido que oír a algunos diputados y senadores pronunciar las fórmulas más idiotas del mundo para acatar la Constitución (la misma que celebramos este viernes la inmensa mayoría). Y a Greta Thunberg, para variar, la han puesto a caer de un burro: en esta ocasión porque aparece junto a un sillón de cuero y madera refinada en casa de sus padres. A ver: el sillón era de los Eames. Si yo tuviera una pieza de los Eames, le iban dando mucho al ecologismo y a las sillas recicladas.
Por eso, en lo único en lo que soy coherente es en mi contradicción. Como casi todos: le pasó a Rosa Benito cuando regresó para hacerse un 'Deluxe' tras jurar que no volvería a bajar las escaleras de 'Sálvame', y lo escribió Walt Whitman en su 'Canto a mí mismo': «¿Me contradigo? / Pues bien, me contradigo / (Soy inmenso, contengo multitudes)». ¿Ven? Se puede citar a la Benito y al poeta norteamericano por excelencia en el mismo párrafo, y quedarse tan ancha. Humana que es una. Y seguro que no soy la única: me la juego a que Alberto Cortez, otro que iba siempre de negro riguroso, aprovechaba la soledad de su hogar para ponerse un jersey de Ágatha Ruiz de la Prada. Fucsia y rojo.
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