Secciones
Servicios
Destacamos
Me ha pasado varias veces esta semana: escribo en WhatsApp la palabra «desconfinada», y el corrector me la cambia por «desconfiada». Por culpa de las prisas y de mis dedos morcillones, la mitad de mis contactos telefónicos tienen que estar pensando que estoy con la ... mosca detrás de la oreja, como si fuera una opositora del gobierno ruso. O una participante de 'La isla de las tentaciones'. A estas alturas, no sé si da más miedo Putin o Sandra Barneda diciendo «Hay más imágenes para ti».
«Acuérdate de desconfiar», decía Stendhal. Y una, obediente, desconfía de muchas cosas; de unas por naturaleza, de otras por experiencia. De lo único que te puedes fiar es de los políticos: sabiendo que harán lo que sea por el poder, por mantenerlo o por conseguirlo, te ahorras muchos disgustos. Por lo demás, hay que desconfiar de las cremas anticelulíticas y de los que utilizan las mayúsculas con profusión. Pero, sobre todo, hay que desconfiar de las cosas que van bien. O medio bien. Las que teñimos canas una vez cada dos meses sabemos que, más pronto que tarde, algo ocurrirá que lo mande todo a hacer puñetas, que te desencaje, que te haga perder pie y te lleve de vuelta a la casilla de salida. Por eso, entre tinte y tinte, te pasas la vida vigilando tu espalda, intentando adivinar por dónde te va a venir el próximo golpe, temiendo que el cielo caiga sobre tu cabeza color castaño marrón glacé con reflejos cobrizos. Pero ya ha caído. Cayó hace meses. Desde entonces, tampoco me fío de los constipados. Ni yo, ni el señor que me ha mirado con recelo cuando, mascarilla y distancia de seguridad mediante, he tosido en la cola del supermercado. En estos tiempos, lo revolucionario es confiar en los demás.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.