Secciones
Servicios
Destacamos
De verdad, señor, señora, a veces tener complejos es cosa buena. Es normal que nos dé cosita que nos llamen según qué, y que, ... aunque sólo sea por evitarlo, moderemos nuestro lenguaje, ocultemos algunas cosas de nuestro pensamiento más profundo o incluso procuremos cambiar algunas de esas convicciones mamadas desde la cuna.
Lo digo porque últimamente está muy de moda eso de decir «he perdido los complejos» como si fuera algo chipendi, la confirmación de una liberación personal o incluso de la valía personal contra la dictadura de lo políticamente correcto.
Y no digo yo que de vez en cuando no esté bien, pero no se me engañe: si lo que está perdiendo, por ejemplo, es el complejo a que le llamen «racista», reconsidérelo. Porque eso le debería preocupar.
A ver cómo se lo explico. Lo de racista es una de las peores cosas que se pueden ser en esta vida. Lo primero que demuestra es un tanto bastante de poca inteligencia: es una estupidez como un templario creer que uno es mejor que otro por el simple hecho de haber nacido blanquito (o catalán, digamos) o que, por el contrario, otro es peor por el simple hecho de tener un color de piel o una nacionalidad distinta.
Parece increíble tener que andar diciendo estas cosas a estas alturas, pero viendo lo que se mueve en algunos cenáculos, no parece inútil. El racismo, la xenofobia, el odio al otro por el simple hecho de ser otro es una de las peores cosas que lleva el ser humano impresas. Y nos ha llevado siempre (siempre, sin excepción) a lugares horribles. Así que hágaselo mirar. Si es racista, tenga usted complejo. E intente cambiar.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El rincón de Euskadi que te hará sentir en los Alpes suizos
El Diario Vasco
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.