COMPETENCIA FISCAL
Finanzas...de andar por casa ·
MARTÍN TORRES GAVIRIA
Lunes, 30 de septiembre 2019, 09:00
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Finanzas...de andar por casa ·
MARTÍN TORRES GAVIRIA
Lunes, 30 de septiembre 2019, 09:00
El estadounidense Dan Mitchell, experto en impuestos, en su conferencia del European Resource Bank, se ha declarado favorable a que cada territorio tenga autonomía para marcar sus propias reglas impositivas. De esta manera la competencia fiscal, entre diferentes comunidades, mejora los sistemas aplicados ... haciéndolos más atractivos y competitivos. Eliminándose lo que él llama los impuestos ideológicos como el del Patrimonio y el de Sucesiones. La movilidad del capital, la deslocalización de las empresas y la capacidad de los trabajadores -sobre todo de los más cualificados-, para cambiar de residencia, hacen de todas estas variables que las comunidades autónomas se lo piensen a la hora de subir los impuestos. Insiste Dan Mitchell en que hay que apoyar el crecimiento y no la recaudación fiscal. Porque aquellos sistemas fiscales que solo abogan por recaudar obtienen muchos ingresos de manera inmediata, pero después fracasan porque siegan el crecimiento. Mientras que los sistemas fiscales que se inclinan por una recaudación moderada dejan expandir el crecimiento y a la larga recaudan más.
Todos estamos de acuerdo y deseamos que en el mercado no haya monopolios. Queremos que los productos de nuestro consumo tengan competencia. Que sean varios los fabricantes y que luchen por el mercado. En el sector privado la competencia mejora el producto y el precio, y hay un beneficiario que es el consumidor. En materia fiscal es lo mismo. La competencia fiscal mejora los sistemas impositivos y el beneficiario siempre será el contribuyente. Todo esto viene a raíz de que nada más anunciar la Comunidad de Madrid que va a bajar los impuestos se le han lanzado al cuello las comunidades socialistas y las gobernadas por socialistas y podemitas. En Asturias, Adrián Barbón, califica el hecho de guerra fiscal y ataque a la Constitución. Llegando a exigir que se reduzcan las competencias autonómicas en materia fiscal. Deslealtad tributaria es la que está haciendo él con todos los asturianos donde heredar cuesta casi cien veces más que en la Comunidad de Madrid.
En La Rioja se sube el Impuesto de Patrimonio, el de Sucesiones y Donaciones y se toca al alza el tramo autonómico del IRPF. En Canarias lo primero que hacen es eliminar las rebajas fiscales actuales y subir el Impuesto General Indirecto Canario. En la Comunidad Valenciana también subida del tramo autonómico del IRPF y configurar un sistema fiscal progresivo. Ya sabemos lo que significa: subidas fiscales. En Baleares se impone la Fiscalidad Verde que gravará al turismo -justo ahora que empieza a decaer el turismo inglés y alemán-, y la implantación de un nuevo eje fiscal, ¡le dan cada nombre! En Aragón van a impulsar un nuevo sistema tributario justo y progresivo, vamos lo de siempre. Y en Navarra enfocan un ataque a los beneficios de las empresas, tributos al comercio electrónico y a las operaciones bursátiles. Los independentistas no se quedan atrás. En Cataluña suben el IRPF, Impuesto de Sucesiones y Donaciones y los Impuestos Verdes. En la otra cara de la moneda, y gracias a esa autonomía fiscal y al uso de la competencia, tenemos que en Castilla y León van a suprimir el Impuesto de Sucesiones y Donaciones y bajará el tramo autonómico del IRPF y el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales. Andalucía está en el mismo camino de rebaja fiscal del IRPF y lógicamente recaudando más. Y, por supuesto, Madrid va a aplicar la mayor rebaja fiscal de todas -IRPF, Sucesiones, etc-.
Siempre se justifica la subida de impuestos como algo necesario e imprescindible para mantener el estado de bienestar y la protección social; incluso hasta para luchar contra el cambio climático. Todo muy loable y correcto, pero ¿y los gastos? Estas comunidades autónomas, las que se quejan, tienen la misma capacidad normativa que las que bajan los impuestos. ¿Por qué no intentan ser austeros? El déficit no solo se consigue recaudando más, sino gastando menos de lo que se ingresa. No nos engañemos, no se trata de dumping fiscal sino de competencia fiscal. En definitiva de una eficiente gestión de los recursos públicos. Esos recursos que son nuestros, de nuestro bolsillo, de nuestro sudor, de nuestro trabajo.
Martín Torres Gavíria
Miembro vinculado a EFPA España
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