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Fue en el 86, en aquel cielo tan limpio de Villoslada de Cameros, y a simple vista. Quienes mirábamos el cielo estrellado con frecuencia. Los que buscábamos planetas, o carros, o lebreles, o arqueros en la clara oscuridad de la noche, lo ansiábamos. Y se ... vio, yo lo vi, como se ve lo extraordinario: boquiabierto por la sorpresa. Solo le faltaba bajo su estela, la recortada silueta de los reyes magos.

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larioja El cometa Halley