Un colapso previsible

Las autoridades se vieron ayer obligadas a levantar –al menos durante unos minutos– el confinamiento sanitario impuesto en Alfaro ante la magnitud del atasco que se había formado a primeras horas en la única salida habilitada para abandonar la ciudad. Los controles habían funcionado con ... normalidad durante el día anterior, pero hay que tener en cuenta que era un festivo local –se celebraba la virgen del Burgo– y que el dispositivo entró en vigor cuando el grueso de los alfareños que necesita desplazarse por motivos laborales ya había salido del núcleo urbano. De manera que resultaba en cierto modo previsible que en las primeras horas de ayer se produjera un colapso semejante. Alfaro se ha convertido en el lugar de residencia de muchos ciudadanos que trabajan en localidades vecinas, así que las autoridades debieron haberse anticipado al problema para impedir que el atasco adquiriese las imponentes dimensiones que finalmente adquirió. Quizá hubiera bastado con abrir durante la hora crítica otra de las salidas de la ciudad para que el tráfico ganase en fluidez y evitar así la chocante imagen de improvisación que da el levantamiento temporal de un confinamiento apenas acordado.