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Que Pedro Masip es uno de los mejores intérpretes de la cocina de La Rioja es incuestionable. Lo es cuando descifra el recetario regional y también cuando enfrenta la de esa vanguardia racional, digerible y mayoritariamente accesible que hace sonar con tino y habilidad mayúsculas. ... De la casta de su madre, Vicenta, la cocinera más elegante y discretamente distinguida que se puede encontrar, le viene a este galgo que atesora alrededor del Masip de Ezcaray una legión de fieles incondicionales. Una legión romana, que se cuenta por miles. Ahora, una gastroguía que aún sobrevive a la dictadura de las redes sociales, los influencers y los foodies lo ha reconocido con un sol. En fin, que debían de andar buscando figuras emergentes y han descubierto el Masip en una pirueta de riesgo. Como el que suelen asumir todas las guías. Que tienen sus cosas buenas. Una, que cada vez menos gente les hace caso; otra, que cada vez más cocineros las quieren solo para calzar alguna mesa coja.

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larioja Cocinero emergente