Ciudadanos, liderar la agonía

La pugna por el liderazgo de la honda incertidumbre en que se encuentra sumido Ciudadanos constituye algo más que una valla añadida que saltar en ... su complicado proceso de refundación. La competencia, en primarias o bajo otras fórmulas, por el poder interno en los partidos ha venido proyectando más las zozobras intestinas en momentos de crisis que el aliento constructivo que emanaría del libre contraste de ideas dentro de una misma organización. El abismo al que se asoma Ciudadanos es de tal profundidad –su dilución definitiva como opción partidaria– que podría justificar la disputa entre Inés Arrimadas y Edmundo Bal. Sin embargo, el riesgo que corre lo que queda de los liberales es una escisión que termine de carcomer una aspiración refundadora ya de por sí enormemente trabajosa y sin garantías de éxito a seis meses del primer gran test electoral de 2023. De lo planteado por Bal y lo objetado por Arrimadas se desprenden las pulsiones recurrentes sobre cómo relacionar su centrismo aspiracional con PSOE y PP. Pero los naranjas se han hecho invisibles en las cuentas de unos y otros. Y el dilema ineludible que han de afrontar, más allá del liderazgo, es sobre la utilidad real o no de un proyecto que agoniza.