Ciudadano Jewell

La acción acontece en Atlanta durante las Olimpiadas de 1996. Un agente de seguridad, Richard Jewell (Paul Walter Hauser), durante su trabajo como vigilante en los actos musicales organizados paralelamente al evento deportivo, descubre una mochila sospechosa que escondía un explosivo que más tarde detonó causando la muerte de una mujer y un centenar de heridos.

La película, filmada con el habitual clasicismo de Eastwood, de estilo contenido y tono cínico, está estructurada en dos partes. En la primera, de corte naturalista, se persigue escudriñar en la vida rutinaria de un hombre de 34 años cuya ambición es trabajar como agente de la ley. Un tipo sencillo, de costumbres aburridas y descuidado con su imagen. Una persona comprometida con la justicia que es capaz de aprenderse los códigos relacionados con su competencia como agente que vela por la seguridad. Eastwood lo retrata en ambientes domésticos y se aprecia el cariño que despierta en el autor de 'La mula'.

El segundo bloque es avispado y tenso. El libreto de Billy Ray describe la infame campaña de una ventajista periodista de un medio de comunicación local, muy ambiciosa, conchabada con funcionarios del FBI, empeñados en manipular pruebas para perjudicar a Jewell y hacerlo aparecer como un terrorista.

Mientras Eastwood destila salfumán contra las alimañas torticeras, prensa e investigadores federales, muestra su apoyo hacia un hombre víctima de la inmoralidad y la desfachatez. Su película es un alegato contra el respeto y la inocencia.