Tengo una cita

Hablaremos del paro, de política, de corrupción. Economía, sanidad y educación no faltarán en nuestro emplazamiento. Que por algo son todas ellas las principales preocupaciones de los riojanos, según el CIS.

Quizás en ese encuentro tan especial que me espera me digan que Tezanos cocina con más o menos sal en función de lo que pretenda disparar la tensión arterial de alguno. O que no hay suficiente representación territorial en su demoscopia. Que tiene un alto margen de error. Que son galgos. O que son podencos.

Pero yo iré a lo mío. Y hablaré también de infraestructuras, de patrimonio arrasado. De pueblos vaciados. Y blandiré las recientes palabras del profesor de Economía Aplicada de la UR Emilio Barco en este periódico ponderando las bondades del mundo rural. Lo «intangible», decía Barco: «Que en un pueblo no es posible fingir. Todos saben quién eres». Para espolear con Barco y su magisterio: «Después de tantas décadas de hablar, ya es tiempo de hacer».

Y acudiré a mi encuentro regateando a Cecilia una canción... «Mi querida Rioja, esta Rioja mía, esta Rioja nuestra, ay, ay...».

El 26 de mayo tengo una cita.

Una cita con la democracia.

Espero que mis convocantes no dejen sus promesas en las bandejas del correo como 'No leído'. No envíen mis preocupaciones a 'Spam', no las dejen en 'Borradores' ni en 'Pospuestos'.

Antes bien, apremio a nuestros próximos dirigentes políticos a que marquen las necesidades de esta Rioja mía con la etiqueta 'Destacados'.

Ya saben, esa opción que permite dar a los mensajes un estado especial para encontrarlos con mayor facilidad.