El chuletón de Garzón

A mí lo que me queda de todo esto es que tenemos una asignatura pendiente con respecto a la trazabalidad. Resulta que el 70% de las explotaciones ganaderas de La Rioja son extensivas y familiares, pero el 95% de la carne que consumimos procede de granjas intensivas. Un desequilibrio productivo que me lleva a pensar si este sistema de producir barato para vender barato hace justicia con estos pequeños ganaderos, que son precisamente los que conservan los montes y el entorno rural y a quienes creo quería defender Garzón.

Como consumidor me gustaría saber de dónde procede la carne que ingiero y, aun a sabiendas de que debe ser más cara, estoy dispuesto a pagar por la de los ganaderos extensivos, pero no encuentro claridad ni en el etiquetado ni en la distribución, más allá de la confianza que me puede ofrecer la palabra de mi carnicero.

No tengo duda de que la carne de la macrogranja cumple con todos los estándares exigidos, como tampoco de que será mejor si los animales pastan al aire libre y no están estabulados toda su vida. Quizás lo que falta ahora es trabajar de una vez con este tema de la falta de trazabilidad y de claridad en los etiquetados para que los consumidores sepamos lo que comemos. Consumo responsable al fin y al cabo, porque tengo claro que la carne que encuentro en el 'súper' de oferta viene de macrogranjas españolas, holandesas o suizas, si no chinas, pero ningún etiquetado me lo está confirmando.