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Resulta que los mandamases del Banco de España -órgano supervisor del sistema bancario español junto al Banco Central Europeo, 'Gran Hermano' desde su atalaya de Fráncfort- acaban de lanzar un aviso a navegantes: la salida de la crisis económica (?) encubre ciertas vulnerabilidades. En su informe ... anual, de hecho, advierten a familias y a colectivos con bajos ingresos de que «están incrementando su gasto por encima de lo que aconsejarían las perspectivas de evolución de su renta». O sea, que los más desfavorecidos están viviendo por encima de sus posibilidades.
¿Les suena?
No contentos con ello, el gobernador de citado banco, Pablo Hernández de Cos, recomienda «un mayor alineamiento entre la edad efectiva de jubilación y la legal» o, hablando en plata, que hay que trabajar hasta que el cuerpo aguante. Como ya dijo tiempo atrás el ministro japonés de Finanzas Taro Aso, «las personas mayores deben darse prisa en morir para aliviar los gastos del Estado en medicina y pensiones».
Si no fuera tan dramático espetarle a un padre o madre de familia, con varios hijos a su cargo y un sueldo de 800 euros -eso el que los cobre-, que no debe gastar tanto y que tiene que ahorrar por lo que pudiera ocurrir en el futuro, parecería un chiste malo. Un chiste malo, contado además con desparpajo por el mismo Banco de España que no vio venir ni la burbuja inmobiliaria ni la mayor crisis mundial desde el crack del 29, y que miró hacia otra parte cuando Bankia salió a Bolsa.
Los barcos de esclavos ya no cruzan el Atlántico como antaño, ahora los traficantes operan desde cargos oficiales. Precios europeos y sueldos tercermundistas.
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