Protestas contra las restricciones en China. EFE

China da un paso atrás

La nueva etapa política del Partido Comunista apunta hacia un mayor nacionalismo

josé m. de areilza

Domingo, 4 de diciembre 2022, 00:02

Las mayores protestas ocurridas en China desde los sucesos de Tiananmen van a conseguir que el gobierno rectifique su política de confinamientos para luchar contra la covid-19. Tanto el hecho de que en veintidós ciudades se haya desatado un movimiento de rechazo a la ... política gubernamental como la reforma de las directrices para contener una nueva ola de la pandemia son dos acontecimientos que pocos esperaban. La nueva etapa política inaugurada en el reciente Congreso del Partido Comunista apunta hacia un mayor nacionalismo y un control aún más férreo de la inmensa población china, con instrumentos de tecnología digital muy desarrollados. Xi Xinping, convertido el líder vitalicio, había utilizado su iniciativa de 'covid cero' para contener no solo al virus sino a sus rivales en el mandarinato. Sin embargo, el gran país asiático empieza a acumular problemas domésticos, sociales, de salud y económicos. Su bajo crecimiento en comparación con las tasas anteriores puede no ser suficiente para mantener el nivel de vida al que se ha llegado en unas décadas de desarrollo espectacular.

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La proyección global de China, vertebrada en sus iniciativas de aumento exponencial del gasto miliar, la nueva ruta de la seda (vinculada a la energía y las infraestructuras) y la competición por liderar la revolución de la inteligencia artificial, se mantendrán sin duda, porque una de las ventajas de esta superpotencia es que piensa y actúa a largo plazo. Pero la atención principal de su gobierno en los próximos años puede que no sea hacia estos ejes internacionales, sino que se vuelque en los acuciantes asuntos internos. Hace unos días Xi Xinping y Joe Biden se reunieron por primera vez en persona en Bali. Fue una reunión larga y productiva, en la que hablaron de comercio, Taiwan, Ucrania y lucha contra el cambio climático. Al líder chino, extremadamente cauteloso con la covid, no lo le importó que Biden sufriera un catarro y estrechó su mano. Esta capacidad de trabajar juntos, que descansa en la buena relación personal forjada hace años, es esencial para la paz y el desarrollo del mundo. Una mayor debilidad interna china podría resultar en lo contrario, su agresividad más encendida hacia el exterior, pero por ahora no ha ocurrido. Al retransmitir a sus ciudadanos el mundial de Qatar, el gobierno de Xi Xinping ha obligado a las televisiones a esconder las gradas, en las que miles de aficionados siguen los partidos sin mascarillas. Solo se ve el campo y así no hay mal ejemplo. No obstante, algo empieza a cambiar en China, aunque todavía no conocemos la dimensión de esta nueva ola.

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