Chascarrillos de bus

La parálisis política que mantiene en funciones al órgano de gobierno de los jueces desde hace hoy 1.408 días tiene su miga. Mientras el Ejecutivo urge al PP a negociar la renovación, es decir, el reparto de cromos para que cada uno mantenga su cuota ideológica en el Consejo, los populares, que aún teniéndolo en su programa electoral no lo hicieron cuando gobernaban en mayoría, se plantan y piden como condición irrenunciable que se reforme el sistema de elección de los vocales para dejarlo en manos de los jueces y no del Parlamento como hasta ahora.

Todo un pulso que tiene su derivada en los cientos de cargos que desde hace años debería haber renovado un Consejo que, por estar en funciones, tiene limitados los nombramientos. Todos salvo los del Constitucional. El PSOE forzó la renovación de este órgano de modo que el CGPJ pudiera designar a los dos magistrados del tribunal de garantías aún estando en funciones. El cambio no sería chocante si en 2021 no hubiera impulsado lo contrario, vetar los nombramientos a un consejo en funciones.

Cuando esta tarde regrese a casa en bus seguro que será 'vox populi' lo del Constitucional –ahora de mayoría conservadora– donde, entre otras, se dirimen la Ley Celáa y la del Aborto. Normas con menos escollos con una mayoría progresista, la que espera con la renovación de dos vocales. Pero vamos, que todo, como los de Llop, son chascarrillos de autobús, que luego oiré en el bar de Juani.