José Ibarrola
Tribuna

Otras miradas sobre África

El 25 de mayo, se celebra el Día Internacional de África y con ese motivo, los autores proponen un recorrido por los graves problemas que atraviesa el continente, y resaltan también sus avances y aportaciones

Charo Zúñiga, Eva Torre y Samuel Pérez

África Imprescindible de La Rioja

Jueves, 23 de mayo 2024, 21:15

Senegal da una lección de madurez democrática con la pacífica subida al poder del opositor Faye. La movilización ciudadana y la presión internacional contribuyen a resolver una crisis que hacía temer lo peor, en una África afectada por conflictos y un grave retroceso de ... las libertades. El hasta ahora líder opositor Bassirou Diomaye Faye, de 44 años, tomó posesión el 1 de abril como nuevo presidente de Senegal tras ganar con amplia ventaja las elecciones del pasado 24 de marzo. En medio de una África sacudida por terribles guerras, como las de Sudán, Congo o el Sahel, y sumida en un retroceso de las libertades con la reciente ola de golpes de Estado, la pequeña Senegal, de 18 millones de habitantes, ha dado una nueva lección de madurez democrática.

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El proyecto de Faye tiene gran aceptación entre los jóvenes -el 60% de la población total- las mujeres y los habitantes de las ciudades. Aspiran a llegar al autoabastecimiento de un país que importa el 70% de los alimentos reactivando la agricultura y cambiando los tratados de pesca que han permitido a grandes empresas extranjeras esquilmar sus caladeros.

Sudáfrica llevó a la Corte Penal Internacional de Justicia a Israel por el genocidio que practica en Gaza. El pasado 29 de diciembre demandó a Israel por vulnerar la Convención sobre el Genocidio ante la Corte Internacional de Justicia (TIJ) de La Haya, el máximo órgano judicial de las Naciones Unidas. El pasado mes de enero el órgano señaló que Israel debía «tomar todas las medidas a su alcance» para evitar que se cometieran actos genocidas contra la población palestina en Gaza, e instó a las fuerzas de Tel Aviv a respetar la Convención para la Prevención y Sanción del Genocidio (1948), aunque no ordenó un alto al fuego inmediato, una de las peticiones más importantes del país africano.

El Gobierno de Israel cree que la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya está a punto de presentar cargos por crímenes de guerra contra Benjamín Netanyahu y otros dirigentes, el primer ministro israelí tiene buenas razones para estar preocupado, y es poco probable que los argumentos que ha esgrimido hasta ahora en su defensa le vayan a servir de ayuda.

Se agravan las dictaduras y se dinamita medio siglo de integración africana. La retirada de Mali, Níger y Burkina Faso de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao), hace saltar por los aires un largo proceso de integración en la región occidental africana que hasta ahora se consideraba un modelo para el resto del continente. La ruptura de estas tres dictaduras, preconiza una África occidental separada en bloques, según el peso de la influencia de actores exteriores como Rusia o la Unión Europea.

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Así, muchos pueblos africanos continúan su grave dependencia del exterior, aunque con distintos países que les sigan explotando y aprovechándose de los recursos que necesitan para su desarrollo.

Es imprescindible combatir la fuga de capitales y el saqueo de las riquezas del continente. En teoría, los países ricos multiplican la ayuda al desarrollo y las inversiones directas en África. En realidad, hacen la vista gorda ante un sistema internacional que saquea sistemáticamente al continente en beneficio de una élite y de grandes empresas. En las últimas cinco décadas, el África subsahariana ha perdido más de dos billones de dólares por la fuga de capitales. Se necesitan esfuerzos regionales y mundiales coordinados para combatir la fuga de capitales, la corrupción y la evasión fiscal de las empresas. Queda mucho por hacer y la ambición no está a la altura de la necesidad, como demuestra la adopción de un acuerdo fiscal global impuesto por los países ricos en octubre pasado. Su principal medida –un tributo de sociedades global de solo el 15%– demuestra que los países más ricos siguen ignorando las necesidades de los países en desarrollo. Numerosas organizaciones de solidaridad, junto con Nigeria y con el apoyo de la Unión Africana, abogaban por un tipo del 25%, que recuperaría la mayor parte de los 240.000 millones de dólares que se pierden cada año.

En el Informe de Oxfam Panorama desolador de enero de 2024, se propone: «Un impuesto anual sobre el patrimonio –con un 2 % para las fortunas millonarias y llegando al 5 % en el caso de las milmillonarias– podría generar 2,52 billones de dólares cada año, suficiente para sacar de la pobreza a 2.300 millones de personas y proporcionar servicios de salud y protección social universales a la población de los países de renta media y baja».

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Suscribimos plenamente estas propuestas que haría retroceder en gran medida la grave desigualdad que se da en el mundo.

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