Los partidos son lugares sin libertad. Cuando era portavoz del PP, Cayetana Álvarez de Toledo defendió la libertad de voto en cuestiones que afectaran a «delicados asuntos morales». Como el aborto. Pretendía promover la «libertad del parlamentario», el «pensamiento crítico», no que fueran parte de ... una maquinaria. Ya sabemos en qué quedó.
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Ahora a Begoña Villacís, viendo desaparecer Ciudadanos como 'El increíble hombre menguante' de Richard Matheson, se le ha ocurrido ser una corriente interna dentro del PP (una de sus miles de opciones). En el PP dicen que son un partido muy serio. Que ahí no hay corrientes que valgan. Cuando mi madre nos metió internas a mi hermana y a mí, nos dijo que podríamos salir cualquier día si queríamos. Salvo enfermedad contagiosa, nunca salimos. Un partido es como un internado. Y Villacís parece Lina Morgan cuando señalándose el cuerpazo, preguntaba a un electricista guapo: «¿Usted cree que esto es corriente?».
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