En casa de herrero...
DIARIO DE UN HOMBRE LOCO ·
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Una caída de cascotes desde las alturas, como tantas otras veces, ha hecho saltar la alarma. En este caso, y tratándose de la casa que ... se trata, pareciera que su morador original quisiese dar un toque de atención desde allí arriba. El aviso que llevan años emitiendo las desgastadas figuras humanas y animales que, como parte del frontispicio, van camino de los dos siglos como testigos mudos. Herrerías 5 lanza estos días su particular SOS. La voz callada de Maximiano Hijón resuena en todo el Casco Antiguo. Una de las fachadas más características del centro histórico de Logroño, la de la casa del que fuese el primer arquitecto municipal y provincial en un cada vez más lejano siglo XIX, envía una señal de socorro que ha hecho que algunos volvamos a temernos lo peor. Son, como escribiesen José Miguel y Aurora León en la última Guía de Arquitectura de Logroño editada por el COAR en el 2010, «lugares y detalles de la ciudad que, por la intensidad de su uso, por su carácter tópico o típico, o por su singularidad, se han convertido en pequeños referentes, en visitas obligadas, o en sentimentales iconos». Son, como un servidor viene defendiendo cada vez que puede, elementos a proteger sin excusas... y más cuando el propietario pide ayuda. Da la casualidad de que la verdadera pasión de don Maximiano no era otra que la defensa del patrimonio y, para más inri, su casa se ubica hoy a apenas unos números de la Oficina Municipal de Regeneración Urbana y Vivienda –Rehabilitación y Centro Histórico, para que nos entendamos–. Y es que en casa de herrero...
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