Parlamentarios... ¡turistas!

El artículo 46 de nuestro Estatuto se redactó (y fue aprobado en Cortes, con rango de ley) con la intención de compensar económicamente a La Rioja por el efecto frontera que supone que las empresas huyan a las comunidades vasca y navarra en pos de una fiscalidad notablemente más benévola. Prueba de ello es la consignación, cada año, en los Presupuestos Generales del Estado de una partida que ronda los 18 millones de euros y que cada año... queda en agua de borrajas. Ya son más de 300 millones los que adeuda el estado a nuestra autonomía.

Resulta evidente la inoperatividad de nuestros gobiernos autonómicos, de uno u otro color, y de nuestros parlamentarios en Madrid, también de uno u otro color. Que haya sido un representante del PRC –a instancias del PR– quien haya sacado a la luz el asunto me retrotrae a 1978, a aquel I Día de La Rioja, cuando todo estaba por hacer y la ilusión del pueblo riojano se hacía patente a cada momento.

Las reivindicaciones para que La Rioja fuese tratada por igual a otras regiones, especialmente sus vecinas al norte, continúan tan vigentes como aquella celebérrima pancarta que decía aquello de: «Parlamentarios, oportunistas, vais a las Cortes de turistas». Mientras el riojanismo no entre en el Congreso y el Senado, nada más podremos esperar.