La anunciada subida de precios por el uso de instalaciones deportivas municipales de Logroño –o sea, de todos los logroñeses–, ha convulsionado esta semana la actividad de la mayoría de clubes que, en cualquier especialidad, atienden el deporte base de los niños, niñas y jóvenes ... de la ciudad. Pongamos que hablo de unos cuantos miles de practicantes de fútbol, baloncesto, pelota o hockey hielo, entre otros muchos deportes que miles de chavales en edad de formación necesitan para su correcto desarrollo físico y psíquico.

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La subida anunciada es brutal, de más del 100% en algunos casos; es demencial y evidencia las carencias como gestor de quien pretende encontrar en las estrechas economías de los clubes logroñeses la solución o bien a una nefasta gestión pasada y presente o bien a una falta de decisión política, ideológica, para considerar el gasto en deporte base como una inversión de presente y futuro para la ciudad y sus ciudadanos.

Logroño Deporte es una empresa municipal. Y cómo tal, una se pregunta inocente: y el alcalde Escobar, ¿qué piensa de esto?

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