Esto, ¿de verdad tiene arreglo?

Quiero imaginar un futuro mejor en cualquier aspecto que me lleve a tomar decisiones y adoptar estrategias desde hoy mismo en esa dirección positiva. Necesitamos crear tradiciones creativas, de forma que demos un paso decisivo para caminar entre el hoy y el futuro hacia una sociedad alternativa.

Nos hemos habituado en unas determinadas costumbres, modales, costumbres, religión, formas de pensar y vivir con lo que podemos pensar que así estamos bien y seguir en la misma línea. Pues no: queremos decidir y engendrar hoy y aquí, desde ya, unos valores nuevos. Por eso podemos decidir y engendrar a la vez posibilidades abiertas, buenas, optimistas.

La economía puede ser distinta, la política puede cambiar, la sociedad podemos funcionar con otros valores. No quedarnos en lo que hay porque podemos cambiar y mejorar. Este es el principio claro y necesario: ganas y decisión de una nueva realidad en todos los ámbitos y para ello, empezar por pensar y proyectar algo mejor. Las personas no hemos sido expulsadas de ningún paraíso. Siempre hemos vivido en una realidad que tiene mucho de positivo.

Cada uno somos constructores de nuestra realidad. Partir de lo que somos, pero para mejorar, crecer. Fijémonos no en el tener, sino en el ser. Eso es vivir con sentido. Si ponemos metas de avance, realizaremos y creceremos en la felicidad, por encima de las circunstancias en que vivimos. Es posible otro orden en cada corazón y en el mundo. Ver la realidad con todos los aspectos y posibilidades, marcarnos metas y trabajar por ellas. Eso es lo que va a hacer un mundo mejor para nosotros y para los demás. Esto puede cambiar. Depende de cada uno, y de todos y todas.