Muface no es un privilegio

Pertenezco a Muface y dispongo, por ello, de una sanidad privada que proporcionan unas compañías aseguradoras contratadas por el Estado. Me entero ahora, por la prensa, de que dichas compañías solicitan o exigen una subida considerable en el precio de sus servicios, y el Ministerio ... lleva un tiempo regateando con ellas, como chamarileros en un mercadillo de trastos viejos. Y así deben considerarnos a unos trabajadores (en su mayor parte, jubilados) que durante muchos años (en mi caso, desde 1963 a 2012) sacamos adelante la Administración, la enseñanza en los centros educativos, etcétera. Pero todo eso ya está olvidado y parece que ahora resultamos demasiado gravosos para el Estado, el mismo que dispensa una sanidad gratuita, además de otras muchas ayudas, a todos los inmigrantes comunitarios y extracomunitarios y a colectivos que no han cotizado en la vida. Sin embargo, a nosotros quiere negarnos lo que ya habíamos conseguido y no de forma gratuita. Otra opción que se baraja es la de derivar a todos los mutualistas a la sanidad pública de la Seguridad Social. Ignoro si esto sería legal, pero les aseguro es que les iba a resultar mucho más caro. Acudo a mi médico de cabecera sin cita previa, así como al laboratorio si preciso análisis, y accedo a especialistas directamente con solo unos pocos días tras pedir cita. Esta agilidad, que no tiene la sanidad pública, abarata los costes y favorece al paciente. Esto puede ser motivo de meditación. No quiero cansarles ni me gustaría que piensen que somos unos privilegiados, porque no es así. Ya ven la prisa que se dan en resolver este conflicto.