En el marco de las relaciones humanas, la palabra encuentro, en su raíz latina –ex sistere– nos conduce hacia el significado de salir de uno ... mismo, de escoger el sendero que conduce a dar pasos en dirección hacía el encuentro con el otro o con lo otro. Para algunas personas, dada la cercanía de entrada en la Semana Santa, el sentido de la misma encierra el significado de trasladarse, durante esos días, hacia otro destino, hacia otro lugar en el que la posibilidad de desconectar cobre realidad. Pero junto a ello, también para los creyentes, vivir la Semana Santa significa una nueva oportunidad, una nueva posibilidad para dejar atrás lo ya conocido, para permitir que, desde una razón ampliada, la palabra de Dios, nos pueda sorprender e interpelar, nos pueda transformar y afirmar junto al salmista que es «lámpara para mis pasos, luz en mi sendero, alegría en mi corazón».

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