Morata y Carvajal, no

Hace 30 años y más el fútbol era un concentrado de testosterona. No era deporte aquel show que más parecía una pachanga carcelaria que a ... veces tornaba en circo de fieras adornado siempre con violencia verbal o cosas peores. Pero admitámoslo, era parte de su encanto. Un reducto masculino donde los héroes acostumbraban a ser como del cromañón. Hoy día no tiene sentido mantenerse embrutecido con el fácil acceso a muchos tipos de cultura gracias a Internet. Hasta el chaval menos culto controla jerga específica de algún tema que le interese y pasa por culto aun sin ser muy leído, a diferencia de los futbolistas de antes que se veían incómodos con un micrófono delante. Por eso me duelen especialmente las palabras de Carvajal y Morata sobre el caso Rubiales-Hermoso. Demuestran ignorancia y cobardía sobre temas que les atañen: respeto y ejemplaridad. No deben ser referentes de los chicos y chicas más jóvenes.