Carcajadas

No sé si los acabarán cubriendo de asfalto para que circulemos por encima con coches y con camiones, pero sería una vergüenza más de las que ya conocemos en La Rioja. Llevamos décadas maltratando nuestra historia, desde el monte Cantabria hasta Calahorra pasando por Tricio y Enciso mientras abrimos centros de interpretación de lo más variopintos a los que nunca entra nadie. Hace más de 20 años se descubrió un torreón imponente junto al Puente de Piedra de Logroño, un símbolo que aparece en el escudo de la ciudad; después de muchos anuncios lo desmontaron y dejaron los sillares cubiertos de lona negra en el Parque Municipal de Servicios.

Al político le incomoda la cultura y a muchos ciudadanos sencillamente les trae sin cuidado; fue la iniciativa privada la que regaló a esta región el mejor museo del vino del mundo y fue este periódico el que impulsó la declaración de Patrimonio de la Humanidad para los monasterios de Suso y Yuso; no está de más recordarlo. Un refrán anglosajón dice «Si construyes, vendrán», y es sencillo imaginar lo que haría cualquier país civilizado con un hallazgo como el de Grañón. Mientras avanza el verano y los turistas se acercan a mirar las calaveras, ellas se ríen de nosotros con sus carcajadas silenciosas, acostadas en las ruinas de esta tierra en la que se tapa todo.