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En el debut de esta legislatura, la cartera ministerial ha cobrado -como nunca antes- un protagonismo superior al de las propias funciones del ministerio correspondiente. El complemento de la cartera. En sí misma. La flamante cartera, componiendo figura con su portador. El 'cabás', que le ... llamábamos cuando íbamos al colegio. Y un primer día de colegio presenciamos la mañana de este lunes. Ya estábamos viendo en el interior de los cabases el bollo de nocilla. Sin gluten. Y asistiendo a las despedidas. Las del primer día de colegio siempre resultan especialmente emotivas. No se sabía si los llamados ingresaban en el ejecutivo de la nación o en la casa de Gran Hermano. Con lo puesto, y la muda en el cabás. Podría pensarse que el pacto de gobierno tardó en cuajar lo que dar por concluido el tiempo de ensayos de la entrega de carteras. Me imagino una jornada de esos ensayos: «... entonces, no conviene formar gobierno hasta que no sepamos trabajar la cartera. Hasta que no interioricemos el objeto y luego lo saquemos, ¿vale?; pero con la motivación y tal. La cartera tiene mucha tradición teatral: Tricicle, Pirandello, los clowns, el viajante de Miller. La gente se fija en las carteras y en las maletas. Es una cosa semiótica, ¿entendéis? Es ver una maleta en escena y dar que pensar al espectador: ahí lleva el personaje todas sus pertenencias; seguro que es un actor, o un nómada, o un apátrida o..., pero ahí lleva toda su vida metida. La cartera es el relato. Repito: la cartera es el relato. A ver, tú: ¿qué crees que hay dentro de una cartera de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana? De acuerdo... pero ¿cómo la recibirías? ¿Con qué actitud, mental y corporal? Prueba con la de atrezzo. Pregúntale a la cartera y a ti mismo, sobre todo a ti mismo. Y tú, que eres de los nuevos, ¿cómo aceptarías una cartera que tiene dentro Política Territorial y Función Pública? ¿A ti eso qué te dice, así, en una primera impresión, sin forzar? ¿Qué te sugiere? Anótalo en la pizarra, por favor, anota conceptos, que luego los repasamos. Lo que salga tienes que reflejarlo el lunes, físicamente. Y tú, ponte aquí en el centro, que te veamos. ¿Cómo cogerías el asa de una cartera que dice ser de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones? ¿Eh? Elige esta otra de atrezzo; vete a aquel cuarto; reflexiona, trata de cogerla, por varios lados, y después nos cuentas. El punto por el que se agarra el asa o el número de dedos que se utilizan es muy elocuente. Dice mucho de cómo se asumen los temas. Se ve todo. Y por supuesto cómo se mira a cámara con la cartera en la mano. Eso tiene que salirte de dentro. Para ese momento ya la has tenido que hacer tuya. Expresar a cámara que sois una misma identidad tú, tu cartera y tu ministerio. ¡Ah!, y a ninguno tiene que parecer que os pesa. Esto es importante: hay que dar una impresión de ligereza, aérea. Que la cartera vuele, baile. ¡Sí, sí, sí!, ya, ya voy....; ahora estoy con vosotros y vosotras. A ver, dos cosas, los veteranos que repetís, aplicaros Heráclito: nunca se coge dos veces igual una misma cartera; no podéis cogerla esta vez de la misma manera que la primera vez; tiene que notarse que no supone la misma carga; que ha cambiado algo. Que hay confianza y complicidad. Y los que traspasáis: ensayaremos mañana en grupo aparte, ¿vale? Es clave descubrir de qué os estáis desprendiendo, y que sepáis transmitirlo; que se lo contéis al que se lo entregáis, pero también al público. Y luego, lo de la cartera que se desdobla: esto exige un tratamiento especial, lo sabemos. Vendrá un coach para tratarlo. Y por si hiciera falta ayuda psicológica. Para que cuando cojáis las carteras disgregadas, el trauma esté ya superado, y las recibáis con convicción. Por un lado Universidades y por otro Ciencia e Innovación. Sí, esto va a doler, pero en el gesto y en la suavidad con que se entreguen las carteras disgregadas ha de evocarse su origen común. El objetivo es, en definitiva que pueda afirmarse al final que ninguna cartera ha sufrido ningún daño durante la sesión de entrega...». Y la cosa ha funcionado, pues las cámaras se cebaron en cada caso, perfectamente distintos el uno del otro. Pura danza contemporánea. Y una sutil declaración de intenciones, que se deducía de la puesta en escena, que lograba dramatizar el perfil de los adjudicatarios, de tematizar la cartera, en el modo en que se traspasaban y/o recibían. Coreografías mínimas. De las que luego se comentan en el VAR político. No hay más que repasar las galerías fotográficas para ver las variadas formas que, en su entrega, adopta una cartera ministerial: muleta, maletín, prenda, legado, marrón, bolso, escudo, pesa, objeto sospechoso, objeto perdido, el campanu. Hay a quien incluso le sienta como a un santo tres carteras.
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