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El independentismo parece empeñado en avanzar de nuevo hacia el abismo pese a las nefastas consecuencias que ha tenido su desprecio no solo a la legalidad, sino a la voluntad mayoritaria de los catalanes. El Parlament jugó ayer al irresponsable juego de la provocación al ... burlarse del Constitucional y votar iniciativas a favor de la secesión y contra la Monarquía que el Alto Tribunal había suspendido con la advertencia expresa de que su tramitación podría ser constitutiva de un delito de desobediencia. Ese intolerable desafíoo coloca en el punto de mira de la Justicia al presidente de la Cámara, Roger Torrent. Pero, además, cuestiona -por si no hubiera ya pocas dudas al respecto- la supuesta intención de ERC de reconducir el radicalismo sin control en el que han entrado los independentistas tras la sentencia del 'procés'. Esa vuelta de tuerca deja en evidencia a Esquerra, pero también a Pedro Sanchez, que ha dejado su investidura en manos de un partido que no merece confianza alguna. Aún está a tiempo de rectificar.
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