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Buenas noticias

CHUCHERÍAS Y QUINCALLA ·

Teri Sáenz

Logroño

Domingo, 6 de junio 2021, 02:00

Uno empieza a pasar las páginas del periódico y más le vale estar vacunado contra el pesimismo para sobrellevar el día. Las noticias positivas venden mal y escasean tanto que corren el riesgo de pasar inadvertidas. O algo más triste: creer que se trata de ... un error. El pasado lunes, la Policía Local de Logroño patrullaba por el parque Felipe VI que alfombra el entorno de las estaciones, en Cascajos. La zona tiene un nuevo diseño fetén pero está hecha unos zorros, con pintadas aquí y allá. Cuando los agentes vieron a dos mocetes hurgando en las cristaleras pensaron, con la lógica de los tiempos, que se trataba de los autores del estropicio en plena reincidencia. Al echarles el alto resulta que no eran vándalos, sino que estaban limpiando la suciedad de las mamparas con hidrogel. «Nos daba rabia que se deteriore el entorno», declararon con una inocencia desarmante. Pocas horas después, alguien tuvo que tomar el transporte urbano para llegar con urgencia al centro de la ciudad. Usa tan poco el bonobús que cuando lo pasó por la máquina comprobó que estaba desactivado y en la cartera solo llevaba un billete de 50 euros que los conductores no están autorizados a aceptar. El momento fue de una tensión hiperrealista inenarrable. La deshizo una señora desconocida que se levantó de su asiento para pagar el viaje que estaba en el limbo. Si ese pasajero que no tuvo que quedarse en tierra fuera periodista, debería haber borrado su cara de descreído y escribir unas líneas sobre todas las pequeñas buenas cosas que a veces pasan y nadie agradece ni ensalza lo suficiente.

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