Lo del fin de semana en Ezcaray es lo del capitán Renault en Casablanca, la película: «¡Qué escándalo, qué escándalo, aquí se juega!». Las fiestas que se viene montando la muchachada, y quien no lo es tanto, este verano en la zona del Molino no ... han sido ningún secreto para vecinos, forasteros y visitantes ocasionales. Y si alcalde, concejales o el jefe del puesto de la Guardia Civil andaban ignorantes del asunto deberían hacérselo mirar antes de cerrar la puerta, por fuera, al salir. Ahora que el verano está a punto de doblar el espinazo llegarán refuerzos de la Benemérita (esto es lo de a buenas horas, mangas verdes). La paradoja es que Ezcaray carezca en verano siquiera de alguna pareja de policía local o similares para poner cierto orden en algún desorden inevitable para una localidad que quintuplica, como mínimo, su población, en el estío, fines de semana, puentes y fiestas de guardar. Aunque lo mismo es que nadie se da por enterado de esto. De esto que es ser la primera villa turística de La Rioja en lo que es y en lo que significa, que diría aquel.
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