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Lejos de aportar aclaraciones por el accidente de tráfico protagonizado por el ya exdirector general Mario Herrera la madrugada de Nochevieja, Raquel Romero sigue instalada en la bronca y el victimismo. Ayer abundó en esa estrategia, con el agravante de utilizar la sede del Parlamento ... de La Rioja como altavoz para un discurso que no merece el rango de la institución. La respuesta de la también diputada de Podemos a las dudas planteadas sobre el siniestro por Pablo Baena –«usted es de los que nos daría un paseíllo como en el 36», le espetó al portavoz de Cs– no son de recibo y tiznan el hemiciclo de una agresividad improcedente. Hasta el presidente de la Cámara requirió a la consejera retirar lo dicho, a lo cual se negó antes de que Jesús María García decretara eliminar el comentario del diario de sesiones. El lugar de la palabra, el foro donde se concentra la voluntad del conjunto de los riojanos, merece el máximo respeto y mostrar la honorabilidad de la actividad política y el valor del debate razonado. Más aún en un escenario de crisis social, económica y sanitaria donde la prioridad de sus señorías debe ser aportar las soluciones que exige la gente, no atrincherarse en el circo de la trifulca.
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