Borrar
Isabel Celaá. EFE
Bronca educativa

Bronca educativa

Editorial ·

Viernes, 20 de noviembre 2020, 08:40

La descomunal bronca que acompañó ayer en el Congreso la aprobación de la reforma educativa refleja una de las peores caras del parlamentarismo, esa en la que los gritos y el ruido sustituyen a un argumentado intercambio de ideas. La munición de grueso calibre dialéctico cruzada entre los defensores de la llamada ley Celaá y los escaños de la derecha, desde los que se aventuró todo tipo de catástrofes con su puesta en marcha, evidenció no solo el clima de confrontación que sufre la política nacional. También la mayor carencia de la nueva norma: la ausencia de unas mínimas bases de acuerdo entre los principales partidos que permitan caminar hacia una mejora en la calidad de la enseñanza al margen de quién esté al frente del país. Es impropio de una democracia avanzada que, en lugar de propiciar un pacto de Estado sobre una cuestión tan esencial, el Gobierno vuelque sus obsesiones ideológicas en una regulación de esa trascendencia, lo que aleja cualquier entendimiento, y que la oposición se cierre en banda a buscar puntos de encuentro a cambio de enarbolar supuestos ataques a las libertades. La educación, un pilar básico de cualquier país, necesita más consenso y menos sobreactuaciones.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja Bronca educativa