Borrell ante Rusia

El Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell, compareció ayer ante el Parlamento Europeo para hacer balance de su controvertido viaje a Rusia, en el que su intención de protestar por el 'caso Navalni' se vio eclipsada por las ironías del veterano ministro ruso Lavrov, quien comparó el 'caso Navalni' con el proceso catalán del 1-O. Una cincuentena de eurodiputados de los países del centro y del este de Europa, muy críticos con la supuesta aproximación de Borrell a Moscú, pidieron ayer la dimisión del ministro comunitario, que obviamente no está en la agenda. Borrell explicó ayer a los europarlamentarios que había medido los riesgos que entrañaba el viaje, y que pese a todo decidió realizarlo «porque nosotros condenamos cómo se gestionó el asunto Navalni». Pero los más detractores de Putin censuran que el viaje de Borrell y su acercamiento a Rusia ha sido inútil para los intereses de la Unión Europea. El Alto Representante admitió que los próximos pasos en la política comunitaria puedan incluir nuevas sanciones al Kremlin. El tropiezo diplomático de Borrell no esconde, sin embargo, que ha dado a la UE mayor presencia en el contexto internacional.