Blancos y rosados. Prueba del vaso

El sulfuroso puede ser de gas directo, de botella de acero, o bien de su dilución en agua, o de polvo de metasulfito. Si es gas o gas disuelto en agua, la homogenización es perfecta. Pero si es polvo de metabisulfito aunque parece que al echar por la boca ya se disuelve, no ocurre fácilmente y, sabemos que un kilogramo de metabisulfito echado por la boca del depósito en un depósito de 25.000 litros cae al fondo del depósito casi intacto y no hace efecto beneficioso. Y se comprueba analizando el sulfuroso en el mosto. Tomando una muestra por la boca del depósito dará 10 (por ejemplo) y sacando otra muestra por el grifo más bajo dará 200 (por ejemplo). Y nos podemos preguntar... ¿Por qué no comprobamos el sulfitado por análisis de sulfuroso en el mosto?

En tintos es imposible verificarlo por análisis. Es más fácil en blanco y rosado. Pero en todo caso el enólogo debe ir en pasos seguros previos:

1º) Determinar dosis que quiere poner por depósito.

2º) Aplicar él la dosis.

3º) Homogenizar pensando que, si no lo hace, logrará distinto sulfuroso por estratos.