Secciones
Servicios
Destacamos
Es una buena noticia para la democracia internacional y la integridad humana que los estadounidenses hayan decidido en las urnas «ue «enough is enough».
Durante los cuatro años de mandato como presidente, Trump ha creado un estilo que ha trastocado todas las reglas del respeto ... político, ha burlado la primacía de la verdad, ha insultado públicamente a socios nacionales y extranjeros, ha enfrentado a sus compatriotas a base de practicar la política del caos, la mentira, situaciones vodevilescas, 'tuitorrea', filtraciones, demagogia, tensiones permanentes, egocentrismo o el desprecio hacia los demás. Todo ello indicaba que el mandato del presidente más lamentable de la historia norteamericana marcado por el resentimiento y la ausencia de límites tenía que llegar a su fin; el menosprecio a la integridad ha humillado internacionalmente a una potente democracia, situándola al límite: más de 200.000 muertos por COVID-19, fractura social, economía fragilizada, repetidos escándalos, desigualdad racial, etc. El resultado electoral ha frustrado al irascible Trump que no lo acepta, pero pudiera haber sido más contundente como repudio.
Su derrota es una buena noticia; puede conducir a recuperar el respeto, unión, la política multilateral o la reincorporación a acuerdos como el de París sobre el clima; es también una ocasión para Europa si sabe tomarla. Muestra que los autócratas pueden ser democráticamente desenmascarados y abre la oportunidad de reconstruir las ruinas dejadas, aunque revela que casi la mitad de americanos han votado a ese antilíder y que el trumpismo es el síntoma de un país fracturado con una masa crédula ante argumentos de miedo, egoísmo, rencor o desesperanza, da forma física a esa fractura y permanece; no es un accidente de la historia.
El camino para Biden es arduo: ser el presidente de todos los norteamericanos, atajar la COVID-19, transformar la fragilización del país no será fácil. Reclama calma frente a la provocación trumpista que prefiere engullir la democracia, al país o al mundo antes que reconocer la derrota. Biden ofrece indicadores esperanzadores para un mandato de transición, vital para la democracia americana: su temperamento, experiencia y edad, el atemperado rol que ejerce su esposa, apoyado por lo que simboliza el que, por primera vez, una mujer y de color sea vicepresidenta, podrían cauterizar las heridas democráticas, sociales, económicas, raciales o sanitarias existentes. La lección es que la democracia es un bien precioso y frágil frente a 'trumpistas' decididos a utilizar estrategias similares en sus posibles contextos de poder.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.