Barrios bajos

Hace unas semanas se daba a conocer el brioso documental 'Quinqui stars' (2018), de Juan Vicente Córdoba, repaso a las películas sobre maleantes en las que el titulo de Saura ocupaba un lugar destacado. La mejor manera de explicar y mostrar sus señas de identidad es visionando obras como 'Deprisa, deprisa', Oso de Oro en Berlín y ejemplo estilizado de una corriente, en este caso, entre el romanticismo a ras de suelo y la crónica social.

El autor aragonés vuelve a sus inicios, a los tiempos de, 'Los golfos', y abandona su registro críptico y simbólico y se decanta por penetrar en el universo de personajes suburbiales, desheredados, abocados al abismo y empujados a una carrera criminal para escapar de un ambiente acotado por la falta de porvenir.

El filme se centra en las fechorías, asaltos y robos de cuatro amigos, Pablo, 'el Meca', 'el Sebas' y Ángela, gente de la periferia que para escapar del barrio deciden atajar y planear una vida al límite atracando negocios.

Drama sobre el submundo y sus figuras desclasadas a las que Saura, como Pasolini, retrata, observando su ritual cotidiano, con un lenguaje directo y un aspecto visual veraz. Pero en medio de la criminalidad irrumpe un romance callejero, de mucho calado, que contagia. Un éxito apuntalado gracias a la entrega de actores no profesionales, Berta Socuéllamos y José Antonio Valdelomar, y, a una banda sonora que pone música al desarraigo y a la relación de amor, con el himno 'Si me das a elegir', de Los Chunguitos, como metáfora de la película.